En el bullicio de la ciudad, a veces ignoramos lo que realmente valora. Entre el laberinto de las ofertas frenéticas y la consumir-frenética|rueda infinita del comprar, se esconde un joya único: Segunda Mano. Un lugar donde las piezas cobran vida nueva. Una ventana para encontrar objetos especiales. Un espacio que promueve el reciclaje.